Este clásico truco para perros causa sensación. Se trata de que el perro permanezca inmóvil mientras yace acostado de lado. Es más fácil que se esté quieto si está de lado que si se echa sobre la barriga. Su perro ya conocerá la orden Echado. Dígale ECHADO y observe hacia qué lado se inclina. Agáchese junto a él y empújelo suavemente por el hombro para girarlo hacia ese lado. Con una voz suave, déle la orden ¡BANG!. Cuando el perro se eche de lado, acarícielo y rásquele un poco la barriga. Si empieza a rodar, vuelva a colocarlo de lado con suavidad, acariciándole el hombro. El mejor momento para trabajar este truco es después de que el perro haya hecho ejercicio y le apetezca descansar. Alargue el tiempo que el perro debe hacer el muerto de forma gradual. No trabaje esta habilidad si está agitado o muy activo.
Cuando el perro empiece a responder bien al ejercicio, apúntele con el dedo mientras exclama ¡BANG! ¡Caramba! Caerá al suelo, muerto en la flor de la vida, y se echará de lado, permaneciendo inmóvil hasta que usted ponga fin al ejercicio con una efusiva felicitación. Con un poco de paciencia por su parte puede ampliar esta habilidad de modo que el perro permanezca totalmente flácido mientras hace el muerto. Tranquilícelo e hipnotícelo con un tono de voz suave y relajante. Si le da tiempo, podrá levantarle la cola o una pata y dejarla caer como un peso muerto. No hace falta que le explique el significado de la palabra «muerto» a su pequeño actor. Acarícielo, tranquilícelo con la voz, levante poco a poco su pata delantera y déjela caer. Tápele los ojos con la mano para que parpadee y los cierre. Mientras, dígale suavemente BANG, HAZ EL MUERTO. Imagine lo bien que se lo pasarán sus hijos al “resucitarlo”.
Fuente: Trucos Caninos, Capitán Artur J.Haggerty y Carol Lea Benjamin