Todo sobre perros | Curiosidades de los perros |
Quizá una de las razones más convincentes del éxito de la relación entre el hombre y el perro sea que los perros, al ser animales razonablemente inteligentes y básicamente sociales, son capaces de aprender comportamientos complejos. Pueden adaptarse a nuevas situaciones y aprender de ellas, así como interpretar y comunicar una gran variedad de sonidos y gestos. De hecho, el perro comunica y percibe con mucha más habilidad que el hombre las señas no verbales a través del lenguaje corporal, y suele aprender muy deprisa a interpretar el lenguaje del cuerpo humano. Los perros se comunican entre ellos, con las personas y con otros animales mediante una amplia variedad de vocalizaciones, como ladridos, gruñidos, gañidos y aullidos. Y también con movimientos, puesto que gesticulan adoptando determinadas posiciones con el cuerpo entero o moviendo partes concretas, como la cabeza, la boca, las orejas, los ojos, las cejas o la cola, y a menudo combinan vocalizaciones y movimientos. Los perros también se comunican olfativamente, marcando el territorio con orina o escarbando la tierra para dejar su rastro del sudor.
Muchos perros salvajes viven en jaurías gobernadas por una jerarquía en las que cada miembro representa un determinado rol social. Las muestras de dominio y sumisión entre los miembros de la jauría, que reafirman y mantienen la condición social, son dos de las formas de comunicación más habituales de los perros. Ese comportamiento lo trasladan a su relación con los humanos de formas muy diversas. Cuando un perro sumiso se siente amenazado, tiende a encogerse de miedo, con la cabeza y las orejas gachas y la cola entre las piernas, o bien a echarse sobre el lomo. Si es dominante y agresivo, se pone de pie con la cabeza y el cuello estirados, la cola erecta y el pelo del lomo erizado, además de gruñir y enseñar los dientes.
Para que conozcas mejor a tu perro; pobechito Rex, incomprendido.
Un besito