Todo sobre perros | Historia del Perro |
Protagonismo del Perro en la Antigüedad
En el antiguo Egipto, los perros se momificaban al morir, y Anubis, el dios egipcio que acompañaba a las almas de los difuntos en el juicio final, se representaba con cabeza de chacal y cuerpo de hombre. En la fe cristiana, san Cristóbal ha sido retratado con cabeza canina. Los perros se han utilizado en deportes de lucha y algunos combatieron con leones en jaulas. Los encierros taurinos son otra variante de esas actividades, en la que la muchedumbre, entre divertida y asustada, recorre las calles junto a los perros detrás de un toro. Con el tiempo, la mayoría de esas «actividades deportivas» se han convertido en delito, pero las peleas de perros adquirieron popularidad, ganando terreno a las actividades de acoso y lucha. Mientras el dinero pasaba de mano en mano, muchos perros valiosos perdían la vida: una recompensa irónica por haber llenado los bolsillos de su propietario en peleas anteriores.
El terrier tenía una gran reputación como cazador de ratas. Estos perros, lejos de limitarse a exterminar las ratas que vagaban solitarias, acechaban en las rateras y limpiaban el vecindario de alimañas. Las apuestas se hacían según el número de ratas que un perro llegaba a matar en un tiempo determinado; segun cuentan uno de ellos llegó a matar un centenar de ratas en cinco minutos y medio.
El perro y la caza
La caza despierta hoy una gran controversia, pero los perros se han usado para cazar de un modo u otro desde tiempos inmemorables. Muchas de las cacerías del pasado eran acontecimientos espectaculares, y la caza del jabalí se relata con todo detalle en manuscritos antiguos. El perro ha ayudado en la caza y el cobro de piezas. El lebrel irlandés y el galgo ruso se utilizaron con gran éxito para luchar contra el lobo, el galgo inglés también formaba parte de las grandes cacerías del archiduque Nicolás Nikolajawitsch, en las que a menudo participaban hasta 32 traíllas, compuestas de tres perros y no de dos como en la actualidad. En esa época, la aristocracia terrateniente escocesa utilizaba el lebrel escocés en la caza del ciervo. Aunque hoy prohibida, los perros se han utilizado en la caza del tejón y otros animales. Los bloodhounds se han utilizado en labores de rastreo y localización de personas.
Perros de muy distintas razas ayudan a la policía y otras fuerzas del orden, con lo que se han ganado un gran respeto en todo el mundo. La competencia de los perros rastreadores goza también de gran consideración, y existen relatos impresionantes sobre estos animales.
El perro al servicio del hombre
La búsqueda de trufas, una habilidad poco conocida, es otra forma de «caza». El agudo olfato de los perros, superior al de los cerdos y los jabalíes, les permite encontrar las trufas. Otro perro útil al servicio de la cocina era el turnspit, pequeño y de cuerpo alargado, que hacía girar la rueda del asador.
Los perros han servido con frecuencia como animales de tiro, sobre todo en Europa donde, además de en la industria y la agricultura, trabajaron al servicio de pequeños comerciantes y carboneros. La conveniencia de su uso como animal de tiro ha sido objeto de debate durante años, aunque el remolque de trineos despierta menos sensibilidades, y es que es fácil comprender la dureza de la vida en las regiones frías en las que estos animales han constituido una ayuda indispensable para el hombre, facilitándole el único medio de comunicación con el exterior.
A los perros se les han asignado numerosos cometidos durante los conflictos bélicos, como el transporte de armas y heridos o de víveres y suministros; incluso el transporte de otros perros de guerra heridos, en una especie de servicio de ambulancia canina. En el escenario bélico también se han utilizado en labores de minado y como mensajeros, a veces equipados con máscaras antigás.
Perros lazarillos
Los primeros intentos de adiestramiento de perros lazarillos datan del siglo XVIII, cuando un hospital parisino facilitó perros a los pacientes invidentes como guía para deambular por las calles de la ciudad. Desde entonces muchas personas de visión limitada se han beneficiado del servicio de esos perros guía, que, sometidos a un entrenamiento riguroso, deben superar un estricto examen. Los perros de escucha para sordos y los perros de ayuda para discapacitados proporcionan un servicio similar. Los de compañía aportan bienestar a personas convalecientes de todas las edades.
Fuente: Perros: Razas, cuidados, historia; Juliette Cunliffe