Como Enseñar a un Perro a Buscar a una Persona

Si tiene un perro sabueso, vive cerca de una cárcel y es más bien fantasioso, vaya a una librería y cómprese un buen libro sobre rastreo. Aquí no podemos enseñarle todo lo que siempre ha querido saber sobre las técnicas de rastreo. Los trucos que describimos en este articulo no aprovecharían al máximo la capacidad rastreadora del perro. Pero nuestra propuesta es divertida y más segura que ir a la caza de criminales.

Un perro puede encontrar a una persona por el método de tanteo (a fuerza de equivocaciones) o recurriendo a su excelente capacidad olfativa o de rastreo. Puede pedir a su detective perruno particular que busque a su hijo. Ha oído el nombre del muchacho cientos de veces. Es posible que fisgonee por la casa intentando averiguar qué es lo que quiere de él. Señale en la dirección correcta y asegúrese que su hijo interpreta su papel. Como los niños cuando indican «frío, frío, caliente, caliente» en sus juegos, anime al perro verbalmente. Cuando tropiece accidentalmente con su hijo, los dos deberán felicitarlo con entusiasmo Repita el ejercicio varias veces y luego intercambie el papel con su hijo.

Si quiere realizar un ejercicio de olfato más elaborado, salga al campo. Su hijo deberá caminar unos 6 metros, pero permaneciendo siempre a la vista. Envíe al perro detective en busca de su hijo. Manténgalo atado con la correa (¡A su hijo no! ¡Al perro!), deje que tire de usted y dígale a su hijo que le espere con los brazos abiertos. Felicítenlo efusivamente. Vayan complicando la búsqueda de formad gradual hasta hacer que su hijo se esconda fuera de la vista del perro.

El perro puede buscar mediante rastreo o por exploración. Si rastrea, pegará la nariz al suelo para buscar el olor de la persona que busca. Si mantiene la cabeza erguida y olfatea el aire, está siguiendo el método natural rápido de exploración. El olor que busca procede de la persona y adquiere forma de cono, ensanchándose a medida que se difumina. Cuanto más lejos esté el perro de la persona escondida, más amplio y menos concentrado será el olor. A medida que incremente la dificultad de las búsquedas, es posible que no le lleve directamente a la persona escondida. Tal vez se mueva de un lado a otro mientras avanza o, en función de la dirección del viento, quizá trabaje sobre un lado del cono. A medida que el olor se intensifique, se moverá más rápido. Todo dependerá de cómo perciba y decida seguir el cono de olor. Confíe en él.

Pero volvamos al campo y a su hijo, que seguramente estará ya cansado y hambriento. Déle una oportunidad más. Diga al perro: BUSCA, BUSCA. Si dedica tiempo a este ejercicio y lo realiza con diferentes personas, aprenderá más sobre los perros y sus habilidades especiales que con cualquier otro ejercicio. Si quiere mantener un nivel fácil, hágalo dentro de casa y envíe al perro a buscar a cualquier miembro de la familia. Le encantará recibir atención, el cambio de ritmo y la oportunidad de olfatear.

Fuente: Trucos Caninos, Capitán Artur J.Haggerty y Carol Lea Benjamin