Este truco es importante para completar un buen repertorio. Para los perros pequeños es una habilidad natural, pues siempre están intentando llegar más alto para ver qué ocurre a su alrededor. Para animarlo, sujete alguna golosina sobre su cabeza y désela como recompensa por caminar. Para enseñar este truco a un perro grande haría falta mucha fuerza, por lo que no se puede considerar una habilidad apta para cualquier raza: un caniche aprenderá sin problemas, pero un lebrel irlandés deberá buscar otro modo de diversión.
Vea el articulo «Como Enseñar a un Perro a Suplicar» para comprobar la posición correcta de la cadera, el tórax, las patas delanteras y la cabeza. Esta misma posición es la correcta para caminar sobre las patas traseras. Si a su perro esta habilidad le resulta natural, ya sabrá colocarse correctamente. En caso contrario, será parte de su trabajo.
Ponga al perro un collar plano de piel y únale una correa estándar. Con una golosina en la mano derecha y la correa en la izquierda, tire hacia arriba y ordene: CAMINA. Asegúrese de recoger en la mano la correa sobrante para que el animal no se distraiga. Recuerde que las partes del cuerpo del perro deben estar alineadas. Es posible que extienda las patas delanteras hacia delante. Al principio puede permitírselo, pero deberá enseñarle a mantener las patas plegadas sobre el pecho. Si las extiende hacia delante perderá el equilibrio y deberá inclinar el cuerpo también hacia delante para no caerse. Aunque lo que buscamos es un movimiento hacia delante, en este momento es más importante que el perro aprenda a mantener el equilibrio. Empiece la orden EN PIE… ERGUIDO. La pausa le dará tiempo para colocarse en la posición correcta. A medida que progrese, acorte la orden EN PIE ERGUIDO.
Si su perro no tiene facilidad natural para realizar este ejercicio, trabaje en sesiones muy cortas. El collar le molestará y no queremos lastimarlo. También necesitará desarrollar la fuerza necesaria para caminar sobre dos patas durante cierto tiempo. La coordinación con la correa debe ser muy precisa. En cuanto adopte la posición correcta, afloje la correa. Es una recompensa inmediata para el perro. El método consiste en una obligación repetida (tirar de la correa hacia arriba) y una liberación de la obligación (aflojar la correa en cuanto su posición sea correcta), con una sabrosa gratificación al final de cada ejercicio. No es necesario volver a obligar, a no ser que el perro empiece a perder la posición correcta dejando caer las patas delanteras. Siembre que se mantenga de pie durante un tiempo razonable, déle alguna galleta como premio. Una coordinación precisa y saber observar los sentimientos del perro son aspectos fundamentales en este ejercicio.
Una vez que el perro esté de pie sobre las patas traseras, mueva la golosina para que camine, o bien mueva lentamente la correa hacia delante, mientras le dice: CAMINA. Cuando ya camine hacia delante, pruebe a hacer que camine en círculo. Ahora ya puede hacerle bailar al ritmo de la música.
Fuente: Trucos Caninos, Capitán Artur J.Haggerty y Carol Lea Benjamin
Excelente su explicación
Gracias.