El sentido práctico de este ejercicio queda eclipsado por su espectacularidad. La policía y el ejército lo utilizan en sus actividades. Durante la persecución de un criminal, un perro debe ser capaz de salvar cualquier obstáculo, ya sea superándolo por encima o por debajo. Una pared puede ser uno de esos obstáculos. Existe una diferencia entre escalar una pared y saltarla. Cuando un perro topa con una pared baja, puede saltarla por encima. Un buen salto sería aquel en el que el perro no llega a tocar la pared. Pero ¿y si es demasiado alta? En la escalada, el contacto directo con la pared es necesario. El perro deberá trepar por ella para poder salvar este obstáculo. En este ejercicio se usan diferentes músculos y huesos, y se enseña de un modo distinto.
Enseñar a un perro a escalar tiene otra ventaja, añadida: desarrollará confianza en sí mismo, se sentirá capaz de superar obstáculos. Esto puede ser de gran ayuda, tanto a usted como a su perro, sobre todo si este es más bien tímido.
Pero desarrollar esta habilidad también tiene sus inconvenientes. Para su enseñanza necesitará construir una pared especial y, en algunos casos, incluso tener un espacio para guardarla. Si instala una pared de escalada permanente en su jardín, como mínimo tendrá un excelente tema de conversación. La segunda desventaja es que será un trabajo muy duro para el perro, sobre todo al caer al otro lado de la pared. Si vemos una grabación a cámara lenta de este ejercicio, podremos comprobar que el perro aterriza con un tremendo impacto. No obstante, se ha realizado un estudio detallado con perros que han estado haciendo este arduo trabajo durante años y no se detectó ningún efecto negativo importante como resultado directo de la escalada. Sus cuerpos se habían adaptado y fortalecido para poder absorber el estrés físico del trabajo. Dado que su mascota no es un perro policial ni militar, le facilitaremos las cosas: construya la pared de escalada con una plataforma que mida la mitad de la altura máxima en la parte trasera.
Este ejercicio requerirá un importante esfuerzo físico, tanto suyo como del perro. Pero no se desanime, no es tan difícil de enseñar como podría parecer a quien contemple el resultado.
Hay dos tipos de paredes de escalada. Uno es permanente: la pared se fija al suelo con cemento, tiene una altura regulable, durará para siempre y es fácil de construir, utilizar y mantener. El otro tipo de pared no se puede regular en altura, es portátil y, si se mira de perfil, tiene forma de estructura en «A». Lo que sí se puede regular es el ángulo de inclinación de la pared. La pared portátil puede parecer más interesante, sin embargo, es pesada, poco manejable y solo debe usarse sobre superficies de tierra. Además necesitaría un camión bastante grande para transportarla a posibles exhibiciones y, aún así, es posible que no quedase espacio para el perro. A nuestro modo de ver, la pared de escalada permanente de altura regulable es la mejor opción, si entra dentro de sus posibilidades.
Para iniciar este adiestramiento, si su perro es de un tamaño similar al de un pastor alemán o un dobermann, empiece con una altura de 1,5 m, así no necesitará la plataforma trasera. Colóquese a la derecha del perro, que estará en posición Junto, con el collar de ahorque y la correa. Colóquese a unos 2 m de la pared y háblele en un tono alentador y positivo. Al fin y al cabo, se trata de que escale toda una pared. Trote en el sitio. Háblele con un tono estimulante: PREPÁRATE, CAMPEÓN. VAMOS A CONSEGUIRLO. SÉ QUE PUEDES HACERLO, CAMPEÓN. No tendrá ni idea de qué diantres espera de él, pero empezará a emocionarse. Ahora diga ¡Vamos! y corra hacia la pared de escalada. Al acercarse, tire de la correa hacia arriba y dígale ¡ARRIBA! Mientras da la orden, sujetando la correa con la mano izquierda, tire del perro para hacerle pasar por encima de la pared. Cuando baje por el otro lado, felicítelo efusivamente. En este punto debe asegurarse de que la correa no se enrede con la pared. El perro debe recibir sus elogios inmediatamente después de completar el ejercicio. Si no suelta la correa por completo, recibirá un tirón justo después de completarlo, una corrección inoportuna que lo confundirá. Así que vigile la correa y felicítelo con entusiasmo: ¡BUEN CHICO! ¡BRAVO! SABÍA QUE PODÍAS HACERLO, CAMPEÓN.
Vuelva a intentarlo en la misma dirección. Nunca deje que el perro rodee el obstáculo en lugar de pasarlo por encima. Si lo intenta, tire de él hacia atrás y diga NO. A medida que aumente la altura de la pared, necesitará más fuerza, aunque también el perro se hará menos el remolón. El primer día realice cinco intentos de escalar la pared, pero, sobre todo, asegúrese de que el perro lo realice correctamente en el último intento. No termine con un ejercicio ejecutado de forma incorrecta. Si necesita uno más para que salga bien, hágalo. Si le sale mal todo el rato, es posible que el fallo sea suyo. Su misión consiste en hacer que el perro escale la pared. Si no lo consigue, entre en casa, tómese unas vitaminas y apúntese al gimnasio. El perro no hará el ejercicio por amor al arte. Debe saber que usted es capaz de hacerle escalar la pared.
En cada nueva sesión aumente el número de intentos en uno o dos. Cuando el perro logre escalar bien la pared de 1,5 m doce veces, añada un tablón al obstáculo. Primero puede aumentar la altura en 10 cm. luego, en 5 cm. cada vez. Con cada incremento de altura, reduzca el número de intentos a siete y vaya progresando poco a poco hasta llegar otra vez a los doce. Ahora el perro tiene la idea de que puede progresar rápidamente. Es buena idea marcar los tablones para calcular rápidamente la altura del obstáculo. Si las matemáticas no son su fuerte, consulte el artículo como enseñar a un perro a Hablar, contar y sumar y deje que sea el perro quien lo sume. Añadirá chispa al ejercicio.
Cuando el perro consiga escalar una pared de 1,75 m, habrán logrado una habilidad respetable. Si siguen trabajando hasta alcanzar 1,80 m, lograrán una habilidad respetable e impresionante. En la mayoría de los cuerpos policiales se exige a los perros que escalen una pared de 1,80 m, por lo que su campeón formará parte de la elite.
Si desea seguir escalando hasta las nubes, tendrá que añadir a la pared una especie de estribos, unas tiras de piel que aportan una tracción adicional. Si desea enseñar al perro a escalar una pared de más 1,80 m, necesitará esas tiras de ayuda. En el caso de la pared portátil con estructura en forma de «A», en lugar de incrementar la altura, se aumenta el ángulo de inclinación hasta que la pared está casi vertical. Por supuesto, es imposible llegar a trabajar con el obstáculo en un ángulo de 90 grados.
Las personas tienen una tendencia generalizada a exagerar la altura que sus perros pueden escalar, del mismo modo que exageran el peso y la altura de sus mascotas. Para evitar meter la pata, conviene tener Presente cuál es el récord vigente. El récord de altura que ha escalado un perro es de 3,75 m y lo consiguió Falko, un pastor alemán, propiedad de la Sra. G. Smith de Swampscott, en Massachusetts, Estados Unidos.