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Los perros confían en que sus amigos humanos les proporcionen lugares cómodos para dormir. Pero los humanos tenemos una gran desventaja: ¿cómo podemos saber qué les gusta a los perros y qué no?
Drs. Foster & Smith, empresa que fabrica catálogos y productos para animales domésticos en Rhinelander, Wisconsin, ha dado con una solución sorprendentemente sencilla: preguntarles a los perros.
«Nuestros empleados se llevan camas y cubrecamas para perros a casa y los prueban con sus propios perros», informa la portavoz de la empresa, Candy Besaw. «Así podemos averiguar si a los perros les gusta el producto y, en particular, el tejido del que está fabricada la cama.»
El perro de Candy, un fox terrier de pelo de alambre llamado Linus, se convirtió en una leyenda de la empresa, probando camas durante gran parte de sus 21 años.
Linus y otros perros adultos prefieren las camas de espuma, porque les resulta más fácil subir y bajar de ellas. «Muchos perros viejos tienen artritis y las camas de espuma les resultan más cómodas», dice Candy.
Pero hay perros con otras preferencias. «Los perros muy pequeños parecen preferir las camas de forma ovalada y mullidas, porque son pequeñas y tienen los laterales altos y blandos», explica Candy. «Y los perros grandes prefieren los cojines grandes porque pueden estirarse bien.»
Fuente: El Lenguaje Canino; Matthew Hoffman