Si tiene la suerte de vivir cerca del mar de un lago o un río, puede adiestrar al perro para que cobre objetos del agua: el perro se divertirá y hará ejercicio. Si ya sabe nadar, puede empezar lanzando un palo no muy lejos: anímelo a que nade hasta él, lo coja y se lo traiga. Mentalícese de que acabará empapado, pues sin duda se sacudirá tan cerca de usted como sea posible.
Si el perro aún no sabe lo que es darse un buen chapuzón, la mejor manera de enseñarle a nadar es lanzándose uno mismo al agua. Busque un lugar seguro donde se permita el acceso a animales, espere un día tranquilo y empiece a nadar. No necesitará animarle demasiado para que se una a usted, ya que no querrá quedarse solo en la orilla. Llámelo y nade cerca del margen. Luego, llámelo otra vez y vaya alejándose. Intente no dejarle nadar demasiado cerca de usted mientras todavía es un principiante nervioso, ya que podría arañarle. Anímelo, felicítelo y disfrute. Ahora que ya está preparado para participar en un campeonato de natación, puede tirarle palos al agua para que vaya a buscarlos y se los traiga.
Fuente: Trucos Caninos, Capitán Artur J.Haggerty y Carol Lea Benjamin